jueves, 7 de diciembre de 2017

La figura de un pionero

Augusto San Miguel fue un pionero en la empresa cinematográfica del Ecuador, siendo parte de la dirección, producción y actuación de las primeras películas nacionales.



El 2 de diciembre de 1905 nace Augusto en la ciudad de Guayaquil,  en el seno de una familia pudiente, a su joven edad de diecinueve años invierte las fortunas de sus familias en emprender un sueño, el crear la primera película ecuatoriana, para ello auspicia la primera academia de cine silente en el Ecuador llamada Teatro Ecuatoriano del Silencio con la ayuda de Carlo Boccaccio.

Augusto crea la Ecuador Film Co. y estrena seis películas en tan solo ocho meses, siendo estas tres películas de argumento (El tesoro de Atahualpa, Se necesita una guagua y Un abismo y dos almas) y tres documentales (Panoramas del Ecuador, Actualidades Quiteñas y El desastre en la vía férrea).

El tesoro de Atahualpa fue la primera película de ficción en el país, formándosela como una película del viejo oeste, el film narraba la historia de un médico de nombre Jaime García, interpretado por Augusto San Miguel, quien recibe mapas y señas precisas sobre la ubicación del tesoro del inca como agradecimiento de la atención brindada, pero la búsqueda del tesoro se ve obstaculizada por la intromisión del malvado y ambicioso extranjero R. Matamoros, interpretado por Arie Van den Enden, quien pretende apoderarse del tesoro así como del corazón de la bella Raquel, interpretada por Evelina Macías.



La película fue transmitida en los teatros Colon y Edén de Guayaquil, llegando a ovaciones por los espectadores que pidieron se repitiera.
Sus documentales resaltaban una realidad polémica de la época, creando incomodidad en las elites de la sociedad, Augusto quería transformar al cine y que la gente pudiera opinar en su arte, que los espectadores se conviertan en actores y logre existir una interactividad.

El cine silente decreció por la producción extranjera de nuevas películas sonoras que competían en taquilla contra San Miguel, esto y los altos costos de producción lograron que Ecuador Films Co. decayera, haciendo que Augusto deje atrás su sueño y emprenda nuevos retos, realizando un viaje por Europa.
En 1930 San Miguel regresa y publica las revistas “La semana” y “El espectador” las cuales mostraban con claridad su posicionamiento político y el apoyo a la sociedad y su retroalimentación.


Augusto muere 1937 tras una cirugía fallida, sus obras cinematográficas desaparecieron creando mitos de que San Miguel se enterró junto a ellas.

En el 2006 el Ministerio de Educación crea el premio Augusto San Miguel para incentivar a las futuras promesas del cine independiente, premio que se siguió entregando hasta el 2010. En la actualidad existe el festival “Encuentro del otro cine” (EDOC). Festival no competitivo de documentales organizado por la Corporación Cinememoria, estos no deben haber sido exhibidos comercialmente.

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